martes, 16 de octubre de 2018

Boletín desinformativo de la mañana, año VI, número 1254


Caspín Osborne.

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Amanece que no es poco:
“¡Viva Demócrito!”
El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)

Bellas tradiciones españolas: Dar ánimos. Y abrazos.
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No…, nada…, lo último de Bertín…, que encima ya verás tú como no es lo último e insiste en sacar más discos…

Entre la España Imperial de Casado y la Caspa Musical de Osborne, el día menos pensado aparecemos todos en la primera temporada de Amar en Tiempos Revueltos.

Un hombre, ¿ofreció una escoba al Rey durante su visita de ayuda a Mallorca porque un apretón de manos no ayuda nada?, ¿sí?, ¿y el Rey rechazó la escoba porque “ahora no puedo”?, ¿sí?, pues nada, ya podemos ir comenzando el boletín con la satisfacción de saber que abrazos, sí, pero arremangarse…

Es lo que tiene ser Rey: institucionalidad. Vamos, que ya currarán otros y tal.

Ahora, lo que corresponde es decir que el tipo era un caradura que quería que su escoba se convirtiese en Real Escoba para poder sacarse una pasta vendiéndola en el Walapop ese.

Por lo de salvaguardar la buena imagen de la Corona, digo…

Circularon abundantes fotos por Internet comparando a Rafa Nadal pringándose de barro tras la tormenta y de Pedro Sánchez impecablemente vestido saludando a altos cargos tras la tormenta. A ver si los mismos que las difundieron me mandan alguna comparando a Rafa Nadal dedicándose a ayudar y a Felipe VI dedicándose a saludar. Porque…, si la comparación vale con el “socialdemócrata”, digo yo que también valdrá con el de la testa coronada…, ¿o qué?

Ah…, que no. Ya…, la institucionalidad.

La Corona como símbolo de permanencia. Que eso es lo que a mí me maravilla, todos dando el callo y uno, ahí, “permaneciendo”.

Qué bonito verbo, permanecer.

Ahora en serio. Que el Rey se hubiera puesto a limpiar barro, hubiese resultado poco serio, salvo que dedicara ocho horas a la tarea, claro. Entonces, ¿por qué le critico?, pues porque algo habrá estado haciendo mal cuando uno de los afectados (que por cierto, los afectados son el pueblo soberano para quien se supone que trabaja Felipe VI), le intenta poner una escoba en la mano, indicándole que haga algo que no sea figurar.

Pablo Casado se desplaza a Estrasburgo para tratar de torpedear los presupuestos pactados entre PSOE y PODEMOS en un inequívoco gesto de lealtad institucional, patriotismo y tal y cual…

Es normal que lo intente, porque como esos presupuestos reciban el visto bueno de la Unión…, lo mismo tiene que acusar a Europa de lo mismo que se dedica a acusar a PSOE y a PODEMOS…, y no veas tú el descojono.

Arabia Saudí admitirá que el periodista Kashoggi murió mientras estaba siendo interrogado porque la cosa se les fue de las manos. Que ya ves tú las cosas que tendrían en las manos los tíos esos a los que se les fue la cosa…

Donald Trump dice que el rey de Arabia seguro que no sabía nada. Yo pienso lo mismo…, para qué hacer perder el tiempo a Su Majestad con los detalles, siempre que el que le lleve la contraria acabe como ha acabado Kashoggi…

Porque ahí ha pasado lo que ha pasado y va a pasar lo que va a pasar…, básicamente, nada.

Y ahora le vendemos otro tren, ¿o qué?

¿Recuerdan que un subsahariano fue golpeado hace unos meses por agentes de policía en Lavapiés, que estuvo ingresado tres días con traumatismo craneoencefálico y que le dieron quince puntos de sutura?, ¿sí?, pues de parte del Defensor del Pueblo que sólo recibió una herida leve y que vete a saber si no iría borracho. Ante lo cual, desde Boletín Desinformativo de la Mañana no podemos sino proclamar a los cuatro vientos: ¡BANANAS PARA TODOOOS…!

Vamos digo yo, que hoy Pedro Sánchez visita Aragón. Y por eso, su compañero de partido y presidente autonómico Javier Lambán ha dado un discurso glosando la prosperidad de estos cuarenta años de democracia. Que yo no puedo hablar de todos esos años porque, en lo que a mí respecta, no entré en el mercado de trabajo hasta el ochenta y nueve. Eso sí, desde entonces mi prosperidad ha consistido en llegar, poco más o menos, a fin de mes…, y los casi seis años que la crisis dejó a mi mujer en paro recibiendo sólo ofertas basura, me voy a ahorrar las valoraciones sobre la “prosperidad”. Y eso tiene que ver con la disfunción en la que se instalan nuestros gobernantes. Para ellos la realidad es la suya, basada en retribuciones más que generosas, conjugada con las estadísticas sobre cómo les va a los otros. Y como, calculando medias, la cosa suele salir de regular para arriba, llaman prosperidad a lo que para muchos de nosotros es tan solo un pasar o, para los menos afortunados, un no llegar. Vale que a base de insistir han logrado que el obrero crea ser clase media…, pero que encima tengan ahora las santísimas narices de pretender que se crea próspero… Pero, ¿saben qué?, que con una buena campaña lo mismo consiguen colocar el espejismo y nos convertimos todos en prósperos obreros de la clase media.

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario y el Huffington Post. El meme se lo hemos robado a El Ninja de las Galletas de Outer Space.

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