jueves, 19 de marzo de 2020

Boletín desinformativo de la mañana, año VIII, número 1585

 

"Españoles, aprended de mí y guardar una distancia de dos metros..., y yo ya me entiendo..., y tal..., y cual." "Les hemos ofrecido Mensaje de Su Majestad el Rey a la Nación."

 
----------------
Amanece que no es poco:
"Ese de la corona, ¿ha dicho algo que no sea lo que dice siempre esa gente?"
El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)

Bellas tradiciones españolas: Dejarlo todo para escuchar a un señor que habla de unas cosas para no tener que hablar de otras.
----------------

Su Majestad resaltó anoche la importancia de lavarse las manos para contener el problema, si bien lo más notable fue el caso práctico con que nos ilustró hará tres o cuatro días.

Porque aquello fue lavarse las manos y no lo de Poncio Pilatos.

Ya ves tú, dos mil años siendo el paradigma de sacudirse los problemas de un plumazo y aparece uno que se los sacude aún mejor. Dentro de lo malo, la herencia romana sigue viva y supongo que tendríamos que sentirnos orgullosos y eso..., bueno..., o quizás no.

Soy consciente de que lo suyo sería hacerles un resumen de la Real Alocución pero como el caso es que decir, lo que se dice decir, no ha dicho nada..., pues trabajo que me ahorro, oigan.

Aunque lo mejor ha sido el comentario de Gabriel Rufián al término del discurso: "Yo ya no le voto más."

Vale, que es cierto que eso Rufián lo dice muchas veces, pero es que a mí me sigue pareciendo un descojono...

Miren, soy consciente de que a mí me puede la política y enseguida les vengo con rojerías, socialadas, comecurismo y republicaneces, lo sé, oigan, cada uno es como es y tiene sus cadaunadas, pero es que el discurso de anoche prueba lo preferible de un sistema republicano frente a uno monárquico, les cuento:

Ayer, el Rey salió con cuatrocientos muertos de retraso, a decir las típicas generalidades que se espera escuchar a un Jefe del Estado. Bueno, pues eso en una república, independientemente de que sea con un presidente con poder o uno de tipo institucional, sería inaceptable. A un representante electo no se le puede consentir que aguarde cuatrocientos cadáveres para salir a hacer cucú. Y el que lo haga, estará cavando su tumba política con sus propias manos.

Tan sencillo como eso.

Finalizado el discurso, ahora ya, salvo imprevistos, hasta Nochebuena, ná, de ná.

Tuit del día: "Ya abro las puertas con codos y piernas con tal facilidad que me han convalidado primero de GEO." -Lucía Taboada-

Tuit del día (2): "Dejad de darme las gracia por la gente que está en la UCI y se salva. No soy yo, son los sanitarios. ¡Los sanitarios!" -Dios-

No, no se trata de convertirse en comunistas chinos, a lo mejor bastaría con dejar de vivir deslumbrados por el neoliberalismo norteamericano. A lo mejor, con eso, bastaba.

Amancio Ortega fabricará mascarillas, donará cinco millones y pagará todos sus impuestos en España. Ah, no, perdón, me dicen que la noticia son las mascarillas y los millones, que lo otro ya iremos viendo un día de estos.

A ver, que bienvenidas sean las mascarillas y los dineros, que van a venir bien. Yo mismo, si me las apañara para ahorrarme la mitad de mis impuestos, tal vez estaría en condiciones de ayudar con unos pocos euros.

En cualquier caso, en un Estado Social que no es Social, la caridad sigue siendo una buena ayuda. ¡Y desgrava!

Además, don Amancio será, según Tele5 "enlace con China", que prefiero no saber en qué consiste ni en qué consistirá en unos meses...

Son, para mí, igual de útiles pero más emotivas las mascarillas que han empezado a elaborar y regalar algunas pequeñas empresas del texil levantino que nunca se harán famosas.

La polución ambiental desciende en torno al cincuenta por ciento en Madrid y Barcelona tras los primeros días de confinamiento. Madre mía, ya sólo falta que salga algún extremoso diciendo que los atascos no son cultura y seña de identidad...

Vamos, digo yo que les hablé ayer de la crisis sanitaria como posible punto de partida de un proyecto común y esperanzador para todos, basado en la construcción de un potente Estado Social. Estaría muy bien porque, precisamente, un proyecto merecedor del apoyo entusiasta de todos es algo, en España, siempre ha brillado por su ausencia. Justo es reconocer que Rodríguez Zapatero hizo un tímido intento, mediante el patriotismo deportivo, como medio de acercarse al patriotismo constitucional de Habermas, pero ni el camino escogido era el mejor, ni nuestro pueblo se ha dotado de una constitución que rompa específicamente con el fascismo..., y viendo los resultados electorales en Alemania, parece que los germanos tampoco han conseguido librarse de esa lacra pese a intentarlo durante décadas..., así que... Pero, nada, que de lo dicho ayer, ya no digo nada. Por la mañana hubo una cacerolada al rey emérito con motivo de su, digamos, entrañable creatividad arábigo contable. Y por la tarde, tras los aplausos a los trabajadores públicos (por cierto, a ver qué día ovacionamos también a las cajeras y reponedores de los supermercados, transportistas y demás, que también se la están jugando por el bien común), vino un vecino en la casa de enfrente poniendo a todo trapo el Himno Nacional y con él una nueva ovación, casi tan fuerte como la anterior entre vivas a España. Eso, estaría muy bien si en nuestro país los símbolos nacionales no llevaran cuatro décadas secuestrados/monopolizados por las derechas. Pero como llevan cuatro décadas secuestrados/monopolizados por las derechas..., significa que, en cuanto todo esto pase y toque hacer elecciones, los vecinos de mi calle, que es una calle como tantísimas otras calles, volverán a votar a los que no creen en los servicios públicos en general, a las derechas en particular y más concretamente al Partido Popular. Y eso en mi calle, imagínense una calle de gente con pasta, donde se les pone mala "la filipina" y se compran por Amazon un carro de la compra de Louis Vuitton -que existe-, para marcar la diferencia en el Mercadona... De manera que, respecto a la necesidad de un Estado Social que concite el entusiasmo y la entrega general de nuestro pueblo, estos primeros días de excepcionalidad no parecemos haber aprendido absolutamente nada. Sic transit.

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, Tele5 y el Huffington Post. La imagen de hoy se la hemos robado a La Ingobernable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario