Boletín Desinformativo de la Mañana, año X, número 2158
Lo llamaron Sesión parlamentaria en el Senado porque
el Show de Rasca y Pica ya lo tenían registrado Los Simpson.
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Amanece que no es poco:
"España justa. Siendo de ellos, puedes mentir,
robar, malversar, prevaricar... mientras no cojas en brazos a un bebé de Irene
y Pablo, todo vale. Y hasta comer jamón si no eres un rojo perdido."
El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)
Bellas tradiciones españolas: "Desinflar a un
líder para que puedan volver a inflarlo los medios."
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Porque aquello fue como la parodia de dibujos
violentos que sigue Bart: el ratón Sánchez masacrando sin piedad al gato
Feijóo.
Lo más interesante fue el ofrecimiento de Feijóo para
llegar a acuerdos si Sánchez renuncia al apoyo de PODEMOS y el bloque de
partidos que propició su investidura..., es decir, si Sánchez se pone en
posición de que el PP le pueda meter una moción de censura, entonces Feijóo
estará dispuesto a echarle una mano..., al cuello.
Vale que no dijo así, pero se le entendió sin
problemas.
El resto fue un Pedro Sánchez con los deberes hechos,
exhibiendo músculo político como no lo hacía desde su llegada a la presidencia
del gobierno el Increíble Hulk Socialdemócrata. Feijóo, en cambio, parecía, no
sé, el Increíble Hombre Menguante de la Oposición.
Pero no se preocupen, que a pesar de lo que yo mismo
vi ayer por la tarde, La Razón habla de Feijóo como estadista, El Mundo dice
que Feijóo entusiasma y vete a saber los ditirambos que le dedicarán las
tertulias mañaneras y las noticias de Antena 3.
Encuesta "independiente" dando la mayoría
absoluta al PP en cinco..., cuatro..., tres...
Y mientras Pedro Sánchez vapulea argumentalmente a
Núñez Feijoo, en la tranquilidad de su casa, sentado ante el televisor, Pablo
Casado acaricia suavemente a su gato al tiempo que esboza una leve sonrisa.
Claro que, hablando de viejas glorias, parece que
Soraya Sáenz de Santamaría amaga con regresar a la política activa en plan
"como vaya yo y encuentre las causas de la inflación, como vaya
yo..."
Lo que es la bipolaridad política: Feijóo llevando más
palos que una estera y Díaz Ayuso de juerga porque la nombraban
"Presidenta de Tabarnia en Madrid". Como engendro bufo no digo yo que
no sea una genialidad de Boadella, pero mira que ir a hacerlo el mismo día que
a Feijóo de daban las del pulpo...
Alcanzar, como propone Yolanda Díaz, acuerdos entre
consumidores y distribuidores para sujetar los precios de un paquete de
productos alimenticios es, según el señor Garamendi, soviético. Joer, hablar de
soviets pudiendo hablar de ETA..., este hombre va perdiendo el norte...
Pues sí, cualquier cosa que implique sujetar los
precios, o lo que es lo mismo, sujetar los beneficios, le parece al líder de
los empresarios una especie de revolución bolchevique, razón de más para que
reciba el apoyo de todos los trabajadores y autónomos que llegan justitos a fin
de mes. El síndrome de Estocolmo económico es lo que tiene.
Vale que tampoco es una medida que vean clara ni el
PSOE ni PODEMOS, pero se está empezando a vislumbrar un espacio político nuevo
que nadie puede permitirse el lujo de rechazar abiertamente..., ni mucho menos
permitirlo.
Vox propone la vuelta a la energía nuclear,
demostrando así lo que han aprendido de Harrisburg, Chernobil, Tokaimura,
Fukushima o Zaporiya: nada.
No sé qué me pasa, que estas irresponsables sandeces
(también quieren echar abajo toda la legislación medioambiental) resultarían
más graciosas si cada una de ellas fuese acompañada por un cornetín de órdenes.
Tararí-ta-tatí tararí-tí: chorrada. Y así con todo el ultraprograma político.
También fue ayer el X aniversario del famoso Ecce Homo
de Borja, pero bueno, para Ecce Homo el pobre Feijóo en el Senado.
Y hablando de efemérides, de parte de Martínez
Almeida, que tal día como ayer se cumplieron quinientos años de la gesta de D.
Juan Sebastián Elcano, la primera circunnavegación a la Tierra y que ello le
hacía sentir el orgullo de la capitalidad de España. Claro que entonces la
capital era Toledo, pero tampoco es plan de quitarle al hombre la ilusión.
Dos millonarios del mundo del fútbol francés, Mbapé y
Galtier, se descojonan de risa ante las cámaras cuando un periodista les
pregunta sobre la posibilidad de contaminar menos sustituyendo los
desplazamientos del PSG en jet privado por el ferrocarril: y ese es el nivel.
No olviden aplaudirles en el próximo partido..., los franceses lo harán.
Vamos, digo yo que a mí no me gusta Pedro Sánchez,
pero hay que ver el pedazo de repaso que le ha administrado a un Núñez Feijóo
que no parecía tener muy claro qué estaba haciendo en el Senado. Lejos de
controlar al Presidente, ha sido éste quien ha ejercido el control absoluto de
las intervenciones, desbordando en todo momento al líder "popular". A
lo largo del vapuleo argumental, ha habido guantazos que me han dolido hasta a
mí, nada sospechoso de afinidades conservadoras: cuando Sánchez ha dicho "No
podemos implementar muchas de las medidas sensatas que usted propone, porque
llevamos meses implementándolas", la cara de Feijóo era más que un
poema..., y no precisamente épico. No se puede olvidar que uno y otro son, en
el fondo, caras de la misma moneda: una cara conservadora a machamartillo y una
cara progresista según lo pida la coyuntura, a diferencia de Yolanda Díaz que
lo es a jornada completa y por convicción. La cara conservadora que, pese al
descalabro de ayer, ya se ha comido a Ciudadanos, aspira a hacer lo propio con
los ultras de Vox para volver a ser la superderecha del bipartidismo. La cara progresista
tiene en su punto de mira a PODEMOS, fagocitando sistemáticamente la mayor
parte de su programa político y presentándolo como propio. Por tanto, esta
rivalidad frontal, siendo auténtica, no deja de tener un componente simbiótico:
actuar como una sociedad de socorros mutuos para asegurar la reconstrucción de
la derecha y recuperar el bipartidismo al que puso en jaque (y parecía mate
pero no lo era) PODEMOS en su intento de renovar la democracia española.
Veremos el siguiente capítulo. Pinta bien para el espectáculo y mal para la
pluralidad.
Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a
partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario, La Razón,
El Mundo y El Huffington Post.
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