viernes, 20 de noviembre de 2020

Boletín desinformativo de la mañana, año VIII, número 1750

 


Bueno, vale, la frase no fue exactamente así, pero para el caso...

 

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Amanece que no es poco:

"Libertad, claman las derechas. Como si les importara otra cosa que el dinero que la Iglesia puede dejar de recibir."

El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)

 

 

Bellas tradiciones españolas: el exabrupto como único argumento.

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Un diputado de Vox manda a tomar por culo a la Presidenta del Parlamento Andaluz. Rápido, un titular sobre que el coletas desayuna fuagrás de fetos o algo...

 

Es lo que pasa cuando en vez de portavoz, tienes portacoz.

 

Para Vox, todo es un ultraje..., de ahí la palabra ultra que les define y que viene de ultraje..., al sentido común.

 

Se aprueba la octava ley educativa. A ver si entra pronto en vigor y podemos empezar a pensar en la novena o la décima.

 

Impresionante ver a los diputados de la derecha nacionalista española, puestos en pie, coreando "li-ber-tad, li-ber-tad". Lástima que no exista un traductor automático castellano-castellano que subtitulase lo que realmente coreaban: "ne-go-cio, ne-go-cio".

 

Porque la libertad, en estas cuestiones y para esta gente, consiste básicamente en convertir los servicios públicos en negocios privados.

 

Lo llaman igualdad de oportunidades y se accede a ella..., siempre que se la pueda pagar, obviamente.

 

Muy bien que se reforme la enseñanza para fortalecer su vertiente de servicio público, pero mal porque, al tener unos apoyos tan justitos pese a ser mayoritarios, a la primera de cambio la querrán echar abajo las derechas. Pero tranquilos, que de momento no presentarán ningún proyecto, están muy ocupados intentando que sea inconstitucional, como todo lo que les desagrada.

 

El castellano deja de ser la lengua vehicular de la enseñanza y transcurridas casi veinticuatro horas, ni ha caído un meteorito, ni han nacido niños con dos cabezas, ni ha estallado España en un mosaico sangriento de taifas. En fin, ya ni el apocalipsis es lo que era.

 

Antes de la ley Wert el castellano estaba tan en peligro que todos los niños de España lo hablaban. Ahora, eliminado dicho aspecto de la ley Wert, volvemos a tan terrible situación.

 

A ver, que no es nada, que es sólo el tradicional cántico conservador a la ignorancia, simplemente les gustaría que las demás lenguas españolas fuesen una cosa así como folclórica, de andar por casa, de ancianos charlando en la solana, sin proyección y sin futuro. Nada más que eso, tampoco hay que dramatizar..., el dulce gusto por el desconocimiento.

 

Yo siempre pongo el mismo ejemplo: imagínense que en El Hierro los padres de un alumno se indignasen porque su hijo tenga que aprender en clase el arte románico, pese a que en toda la isla no hay ni una sola muestra de ese estilo artístico. Bueno, pues ese mismo rebuzno resuena cada vez que alguien dice "para qué puñetas quiere mi hijo saber catalán, si no es catalán".

 

Lo dicho, cánticos al no querer saber. Debidamente maquillados de algo tan español como "pues para eso, el rato que le dan de catalán, que se lo sumen al de la clase de inglés". Y ya lo dejo. Pero así seguirán, deseando la difusión de lo propio que encaje con sus ideas y el desconocimiento de lo propio que no les venga bien.

 

El Tribunal Constitucional ampara la ley mordaza y respalda las "devoluciones en caliente", por nueve votos contra dos. Bueno, vale, si ellos lo dicen..., ahora bien, que las "devoluciones en caliente" sean constitucionales, no las convierte en obligatorias, ¿verdad, señor ministro del Interior...?

 

El Constitucional igualmente considera que quemar la bandera es un ultraje a España..., y como lleve el escudo del águila, ojo que como tengan el día torcido igual hasta te persiguen con antorchas...

 

En fin, la mala educación ya es delito. Todo un "avance" hacia el siglo XIX. Salvo que seas un ultra de Vox y te dediques a insultar a la Presidenta del Parlamento de Andalucía, claro...

 

El fin de semana no hay Boletín Desinformativo de la Mañana. Próximo número el lunes 23 de noviembre de 2020.

 

Vamos, digo yo que en Italia y Portugal está creciendo con fuerza el número de contagios. Atrás quedan los meses en que se decía que ambos países eran un modelo de gestión. Siguen, es de suponer, haciendo lo mismo, con más experiencia e información, pero con menos éxito en la prevención de contagios. Y claro, ahora ya no los pone nadie como ejemplo en España. Sic transit. No es de extrañar, a fin de cuentas, en España, la gestión en otros países sólo interesa si puede usarse para echársela en cara al Gobierno. Lo mismo pasa con las víctimas, son más un arma política que cualquier otra cosa. Ciertamente, el votante conservador no desea que fallezca nadie, faltaría más, pero le gusta pensar que los fallecimientos debilitan al Gobierno. Es un sí es que no es con vistas a la calle. Poco más o menos, sucede como con las víctimas de la ETA, que se recuerdan a conveniencia de los partidos conservadores para apropiárselas, como se han apropiado de los símbolos nacionales, son otra tecla más que pulsar cuando venga bien. Lo que interese, cuando interese, revestido de la oportuna emotividad. Y como les digo cada dos por tres, seguirán haciéndolo mientras sepan que les va a dar un buen resultado electoral.

 

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario y el Huffington Post.

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