“¿Cómo?,
¿que no sois Camps y Zaplana…?, joeeeeer…”
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Amanece
que no es poco:
“Qué
tendrán las guerras, cuando el que las gana cree que ha ganado sólo porque el
otro ha perdido más.”
El
III Barón d'Holbach (Textos retorcidos)
Bellas
tradiciones españolas: Acordarse de Santa Bárbara cuando truena y del
patrimonio histórico artístico cuando se vota.
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Mariano
Rajoy defiende a los trabajadores del PP que destruyeron los discos duros
calificándolos como “funcionarios que hacen lo normal en estos casos”. Confundir
a un trabajador del PP con un funcionario público…, el Síndrome del Cortijo
creo que lo llaman.
Según
Rajoy, borrar los discos treinta y cinco veces, rayarlos con un destornillador
y luego aplicarles un tratamiento a base de martillo, es lo normal…, lo normal…,
siempre que quieras ocultar pruebas de delitos al juez.
Encarcelar
a tus rivales políticos es normalidad democrática. Fomentar desencuentros entre
autonomías es cordialidad interterritorial. Destruir pruebas incriminatorias es
colaborar con la Justicia. Que
lo mismo es que en el PP hacen eso tan típico de “al revés te lo digo pa que m’entiendas…”,
y yo aquí criticando sin saber.
Bueno…,
pues ahora que Cataluña ha devuelto el tesoro de Sijena, podría Méndez de Vigo
encargarse de que la banca devuelva los cuarenta y cinco mil millones del
rescate. Ah…, ya…, que eso es otro ministerio…, pues ya es mala suerte, ¿eh?
Que
lo mismo si se aplica el 155 a
Bankia…
Tuit
del día: “Si el capitán del Titanic llega a ser Rajoy, ordena dar marcha atrás
y embestir de nuevo.” –Don Mitxel Erreaga–
Cómo
habrá sido la ciclogénesis explosiva, que no le han echado la culpa a Carmena,
ni a Puigdemont. Para no acojonar será…
Donald
Trump anuncia el envío de astronautas a la Luna…, se ve que el hombre se siente solo y…
En
las cenas de empresa se ve cómo son de verdad los compañeros de trabajo…, ¿sí?,
pues espera al escrutinio de las autonómicas catalanas.
Después
de la campaña electoral, se vota el parlamento catalán. Vale, y después de la
campaña de Navidad, ¿qué se vota?
Vamos
digo yo, que ayer, durante el traslado de los bienes de Sijena a su lugar,
varios cientos de manifestantes protestaron ante el cordón policial de los
Mossos. No se me hizo raro que las mismas personas que hace menos de dos meses
les aclamaban, los estuvieran poniendo verdes…, por decirlo suavemente… Esas
cosas en España son moneda corriente y se aplaude o increpa según sople el
viento. Más llamativo me resultó una señora enfadadísima a la que las cámaras
de televisión grabaron gritando repetidamente “¡A por ellos!” Qué lamentable trío
de palabras. Qué triste que coincidiera en su expresión con cómo empezó su
campaña García Albiol y, peor aún, con aquellos tipejos que gritaban “¡A por
ellos!” a la Guardia Civil
cuando se dirigía a Cataluña para repartir estopa en el referéndum. Sí, ya
supongo que estas cosas son tan normales, y tan descriptivas de nuestra
sociología, que bien podrían pasar despercibidas. Pero, qué se yo…, me resultó
triste ver lo iguales que somos todos, sobre todo para lo malo.
Las
desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de
España, Cadena SER, Público, El Diario y el Huffington Post.
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