Boletín Desinformativo de la Mañana, año X, número 2214

 

No, si desde que la autoproclamada "España que madruga" se ha empeñado en ser la "ultraderecha que no vale ni para mirar si llueve"...

 

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Amanece que no es poco:

 

"Cuando seas padre. La idea de envasar los huevos fritos solo puede partir de mentes que dan por perdida a la Humanidad. Si ese producto tiene éxito, será la señal inequívoca de que, como especie, hemos alcanzado el límite de nuestras posibilidades. El Principio de Peter. Llegar, tras milenios de superación y avances, al máximo nivel de incompetencia. ¡Ay, Señor!"

 

El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)

 

Bellas tradiciones españolas: "Servir para insultar más que para trabajar."

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No me gusta eso que hacen algunos periódicos, cada vez más, de titular "fulano le ha dado un repaso a mengano"..., pero es que ayer fue verdad.

 

Entre otras cosas, y no fueron pocas, a Abascal le recordó Sánchez que su partido fue incapaz de presentar una sola enmienda en la tramitación de los Presupuestos Generales... Vale que a sus ultravotantes eso les trae al fresco, pero es que ni para redactar una enmienda sirve ese partido en la práctica.

 

Y eso es servir para muy poco.

 

Se tengo dicho a ustedes hasta la saciedad: Pedro Sánchez tiene una suerte que se la pisa. Y Abascal ayer, como no tiene nada mejor que hacer, decidió servirle de puching ball o como se llame la cosa esa. Y Sánchez hizo guantes como nunca.

 

Porque la situación del Ejecutivo es compleja. Ha sacado los presupuestos pero la economía anda vacilante, la coalición discute más que ayer pero menos que mañana y a lo de Melilla, mejor no adjetivarlo por prudencia... Pero ahí están los ultras en su campaña de insultos sin contenido para ponerse en evidencia en todo momento y lugar.

 

Por cierto, de parte del Presidente del Parlamento de Castilla y León, perteneciente a un partido fundado por varios ministros del fascismo, que ya no le parece ni medio bien que se pronuncie la palabra fascista. ¿Por qué será...?

 

Parece que la inflación continúa moderándose y van ya tres o cuatro meses seguidos..., de ahí que los grandes titulares se hayan convertido en pequeños titulines.

 

Se dice, se cuenta, se rumorea que el número de espectadores de Pablo Motos crece cada vez que arremete contra la ministra Irene Montero. A ver si más que conciencia va a ser por audiencia...

 

Porque todo este numerito de "¿Machista yo?" después de años y años destilando regularmente unas medidas dosis de caspa..., igual tiene su interés y no es precisamente un interés por la actualidad...

 

Un interés económico y vete a saber si electoral..., considerando el gran número de tuits de ultraderecha que aparecen en cuanto empieza a hablarse de machismo en El Hormiguero. En fin..., conspiranoias mías serán.

 

La alcaldesa "popular" de Marbella podría haber recibido entre uno y tres millones en donaciones. Si es que en España hay tanta gente desprendida y generosa...

 

Ciudadanos cierra su sede en Alicante y celebra sus reuniones en un McDonald's..., y a eso es a lo que se llama brillante gestión liberal.

 

Vamos, digo yo que la inflación va mejor, bastante mejor, dentro de que no va en absoluto bien. Las críticas al Gobierno se reducen al ritmo que mejoran las cifras y se incrementan exponencialmente al menor contratiempo. El Ejecutivo debe tomar medidas para encauzar la economía, por supuesto, para eso se le paga entre otras muchas cosas. Si bien no se puede olvidar que los precios, ya sea en los grandes mercados internacionales, en los potentes grupos energéticos o en los supermercados de barrio no los establece el Gobierno, sino los empresarios..., la denominada economía de mercado que, cuando va bien, es cosa del liberalismo pero que cuando vienen mal dadas, porque a un sociópata liberal se le ha ocurrido iniciar una guerra, entonces ya la culpa es de Pedro Sánchez o de los rojos esos que ha metido en el Gobierno. Las cosas, por supuesto, son bastante más complejas, aunque en última instancia, les recuerdo que ningún empresario está dispuesto a asumir por su cuenta ni un céntimo en impuestos, sino que esa cuota de solidaridad que no entra en su mente, tratará de repercutirla en la gente de a pie, porque la gente de a pie está para salir perdiendo, mientras que quien pone el precio de las cosas únicamente piensa en cómo salir ganando caiga quien caiga. Son los niveles y lo más curioso es la cantidad de gente de a pie a la que le parece estupendo que así sea.

 

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario y El Huffington Post.