Boletín Desinformativo de la Mañana, año X, número 2219

 

Pues el caso es que "preparados" sí que parecían estar. Mejor no pensar preparados para qué.

 

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Amanece que no es poco:

 

"Parece que se han frenado. Pero esto no ha acabado. Quizá aguardaban apoyo armado. Quizá les ha impresionado el frío en la nuca de la traición al pueblo. No ha acabado. Jueces sin juicio. Andan desbocados. España está enferma. Muy, muy enferma."

 

El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)

 

Bellas tradiciones españolas: "Pasearse por el filo de la navaja."

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Yo que venía a hablarles de la sentencia de la Arandina...

 

Yo que venía a decirles que mirusté la inflación con los alimentos, que hay que echarle de comer aparte...

 

Yo que venía a hablarles de Feijóo como observador impenitente de la procreación de los conejos...

 

Yo que venía a contarles que no vean cómo se ha colapsado Madrid con las lluvias..., sin que nadie le pudiese echar la culpa a Carmena...

 

Pues nada, vengo a decirles que ayer rellené el depósito del coche con gasóleo a uno con cuarenta y tres, uno con veintitrés por el descuento. Mientras, andaban unos por ahí buscando echar todo a rodar. Qué casuales coincidencias tiene la vida, que cuando algo empieza a ir medio bien, buscan otros la manera de que no vaya ni medio regular.

 

En fin, "p'habernos matao". Es lo que tienen los de los grandes valores democráticos, que al primer descuido de demuestran en qué caverna los han estado guardando.

 

Vox abandona la sesión del Congreso de los Diputados..., pero quién iba a imaginar que la ultraderecha fuese pionera en la implantación de la jornada laboral de cuatro días...

 

Si es que a estos les dices de no trabajar y se les hace la boca agua.

 

La señora Arrimadas montó un pollo. Vamos, lo que viene siendo una noticia en la que lo menos importante es la fecha.

 

Justo es reconocer que llevaba una temporada sin liarla, pero ella es así y así hay que quererla.

 

La derecha española firmando carnés de demócrata de toda la vida, Made in Taiwan, de seis a ocho en la FNAC.

 

PP y Vox han aprobado en la Asamblea de Madrid la reforma de cincuenta textos normativos distintos y luego se han ido a la Carrera de San Jerónimo a vociferar que qué puñetas es eso de modificar leyes.

 

Es que si lo hacen ellos está bien.

 

Básicamente, lo que ha pasado es que el Tribunal Constitucional no se ha decidido a paralizar el Congreso como paralizó el Parlament de Catalunya..., claro que el Congreso es la sede de la soberanía nacional y hay que pensárselo dos veces antes de..., de nada. Por suerte.

 

Por lo demás, sigue adelante la tramitación del Código Penal y la renovación del Tribunal Constitucional, que es lo que se trataba de impedir.

 

¿Ha sido un golpe de Estado fallido? Pienso que no, por el desarrollo de los acontecimientos y la contención del Tribunal Constitucional que no ha aceptado (en los motivos no me atrevo a entrar) ser una marioneta de la derecha. Todo ha sido muy técnico, como de laboratorio, parecía que sí, era que no y al final, normalidad, ya veremos si temporal o definitiva. Qué cosas pasan, qué cosas no han llegado a pasar.

 

Tribunal Constitucional. Volvemos en siete minutos.

 

Tuit del día: "La prueba de acceso que te hacen para trabajar en el Tribunal Constitucional es la del carbono 14." -Pablo Tilox-

 

Calma, ante todo calma. No ha sido nada: ya verán como las tertulias mañaneras dejan claro que no ha sido nada y que lo único que ha pasado es que le han liado los rojos y su dichosa manía de resolver problemas votando leyes.

 

Ahora viene cuando García Page le ve las orejas al lobo, recapacita y tal..., o lo mismo no.

 

Vamos, digo yo que no ha pasado nada. Técnicamente. Podía haber pasado, y mucho, técnicamente también. Pero la cosa se ha diluido. Por ahora. De momento. Las aguas siguen en su cauce, y no es poco con tanto arroyo desbordado por las tormentas. Quieren España, que no a España. Siempre la consideraron su juguete. No están dispuestos a que juegue con él nadie que no sean ellos. Y ayer por la tarde dio la impresión de que estaban decididos incluso a romperlo. No les salió bien. Y eso es un triunfo democrático porque no consiguieron que el Tribunal Constitucional rebasara ninguna línea roja, por más que todo fuese, como les decía al principio, técnicamente. Han querido ponerle un dedo encima a la soberanía nacional, ese concepto con el que cada dos por tres se llenan la boca. Ya les digo. No ha pasado nada. Técnicamente. España ha dado muestras de solidez. Quienes tanto hablan de salvaguardarla han estado a un paso de quebrantarla. Sigamos con la cantinela: no ha pasado nada. Adelante con la normalidad democrática. Y más ahora que, siquiera por una fracción de segundo, se han quitado por fin la careta.

 

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario y El Huffington Post.