martes, 15 de marzo de 2022

 Boletín Desinformativo de la Mañana, año X, número 2053

 


Entre lo bien que le sientan las desgracias a este hombre y lo mal que trata de servirse de ellas la oposición...

 

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Amanece que no es poco:

"Dice Ayuso una simpleza y en cualquier bar un votante del PP brinda por ella con su carajillo."

El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)

 

 

Bellas tradiciones españolas: "Una botella de aceite de girasol en un escaparate de Cartier."

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Sánchez agotará la legislatura: disgusto para el PP.

Sánchez dialogará con Ciudadanos: disgusto para PODEMOS.

Sánchez aspira a representar a socialdemócratas y liberales: disgusto para Ciudadanos.

Sánchez confía en las soluciones que venga de Cataluña y los catalanes: disgusto para Vox.

Sánchez, o el arte de que te salga bien todo sin contentar a nadie.

 

Entre el PP que anuncia que lo va a hacer bien y Sánchez, que todo le sale bien..., no parece haber color.

 

De parte del partido de la burbuja inmobiliaria, la Caja B, la bronca en Cataluña, los sumarios por docenas y el impuesto al sol: que lo van a hacer bien. Redoble, baquetazo al platillo, risas enlatadas.

 

Tuit del día: "Lo haremos bien: nos lo ha explicado el hermano de Ayuso." -BoloPerdido-

 

Que si lo van a hacer bien, ¿significa que admiten haberlo hecho mal?

 

El problema no es que lo hagan bien, es que siempre se lo llevan bien. Y yo ya me entiendo.

 

La siempre "popular" Díaz Ayuso exige que los fondos para Igualdad se destinen a las familias. Preguntada si hay que quitarlos de las guarderías, la conciliación, los permisos de maternidad, la brecha salarial o la lucha contra la violencia de género..., la respuesta parece que tardará lo mismo que aquellos aviones que iban a venir de China cargados de mascarillas.

 

Díaz Ayuso pide veinte mil millones de Igualdad, ya. A sabiendas de que la Unión los entregará en cuatro años. Pero el efecto que quería, ya lo tiene. Su público es así.

 

Con la pandemia, compraron papel higiénico. Con la guerra, compran aceite de girasol. Menos mal que con el volcán compraron plátanos de Canarias, porque llegan a salir con otra pata de banco y hubieran sentenciado nuestras posibilidades de futuro como sociedad.

 

Si ya lo decían ayer en Twitter, que agotarán el aceite de girasol, pero no agotarán los libros.

 

En casa, la botella de girasol que tenemos abierta desde ni se sabe cuándo, huele a rancio. En breve anunciaremos el precio de salida para la subasta.

 

Y ahora que ya tiene cada uno cien litros de aceite de girasol en casa, a aliñar ensaladas, porque lo de encender el gas o la vitro...

 

La Unión Europea amenaza con intervenir los beneficios de las eléctricas y, de inmediato, empiezan a caer los precios. Hay que ver las casualidades que tiene la vida...

 

Vamos, digo yo que a las desgracias hay que buscarles el lado bueno. De toda esta atrocidad de invadir Ucrania, se me ocurre que, al menos, se ha empezado a denominar a ciertas cosas por su nombre..., por mero interés, pero por su nombre. Por ejemplo, cuando los soldados de Putin revientan un hospital, a semejante masacre la denominamos crimen de guerra..., antes, cuando eso mismo lo hacían los americanos en Irak o Afganistán, los titulares hablaban de lamentables daños colaterales. Ya les digo que no es por un interés descriptivo de la realidad, sino por un interés político de información de guerra, pero, dentro de lo malo, a asesinar pacientes de un centro sanitario, se le llama asesinato. Algo es algo. Parecido sucede con los menores que llegan solos, sin sus padres, huyendo la guerra. Antes, por interés de la derecha y la ultraderecha, se les denominaba "menas", al tiempo que se les presentaba como peligrosas bandas llegadas del extranjero para sembrar el pánico en las calles, vivir de las ayudas sociales y, finalmente, unirse a una delirante invasión destinada a destruir España. Ahora, como a la derecha y, especialmente a la ultraderecha, le interesa marcar distancias a toda costa respecto a su hasta hace nada admirado Vladimir, a los niños víctimas de la guerra, los titulares los califican de niños víctimas de la guerra. Lo dicho, es por simple interés, por mero cálculo político, pero dentro de tanta tragedia, se empiezan a usar los términos correctos para describir la realidad. Ya veremos cuánto dura.

 

 

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario y El Huffington Post.

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