Boletín Desinformativo de la Mañana, año X, número 2053
Entre lo bien que le sientan las desgracias a este
hombre y lo mal que trata de servirse de ellas la oposición...
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Amanece que no es poco:
"Dice Ayuso una simpleza y en cualquier bar un votante del PP brinda
por ella con su carajillo."
El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)
Bellas tradiciones españolas: "Una botella de aceite de girasol en un
escaparate de Cartier."
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Sánchez agotará la legislatura: disgusto para el PP.
Sánchez dialogará con Ciudadanos: disgusto para
PODEMOS.
Sánchez aspira a representar a socialdemócratas y
liberales: disgusto para Ciudadanos.
Sánchez confía en las soluciones que venga de Cataluña
y los catalanes: disgusto para Vox.
Sánchez, o el arte de que te salga bien todo sin
contentar a nadie.
Entre el PP que anuncia que lo va a hacer bien y
Sánchez, que todo le sale bien..., no parece haber color.
De parte del partido de la burbuja inmobiliaria, la
Caja B, la bronca en Cataluña, los sumarios por docenas y el impuesto al sol:
que lo van a hacer bien. Redoble, baquetazo al platillo, risas enlatadas.
Tuit del día: "Lo haremos bien: nos lo ha
explicado el hermano de Ayuso." -BoloPerdido-
Que si lo van a hacer bien, ¿significa que admiten
haberlo hecho mal?
El problema no es que lo hagan bien, es que siempre se
lo llevan bien. Y yo ya me entiendo.
La siempre "popular" Díaz Ayuso exige que
los fondos para Igualdad se destinen a las familias. Preguntada si hay que
quitarlos de las guarderías, la conciliación, los permisos de maternidad, la
brecha salarial o la lucha contra la violencia de género..., la respuesta
parece que tardará lo mismo que aquellos aviones que iban a venir de China
cargados de mascarillas.
Díaz Ayuso pide veinte mil millones de Igualdad, ya. A
sabiendas de que la Unión los entregará en cuatro años. Pero el efecto que
quería, ya lo tiene. Su público es así.
Con la pandemia, compraron papel higiénico. Con la
guerra, compran aceite de girasol. Menos mal que con el volcán compraron
plátanos de Canarias, porque llegan a salir con otra pata de banco y hubieran
sentenciado nuestras posibilidades de futuro como sociedad.
Si ya lo decían ayer en Twitter, que agotarán el
aceite de girasol, pero no agotarán los libros.
En casa, la botella de girasol que tenemos abierta
desde ni se sabe cuándo, huele a rancio. En breve anunciaremos el precio de
salida para la subasta.
Y ahora que ya tiene cada uno cien litros de aceite de
girasol en casa, a aliñar ensaladas, porque lo de encender el gas o la vitro...
La Unión Europea amenaza con intervenir los beneficios
de las eléctricas y, de inmediato, empiezan a caer los precios. Hay que ver las
casualidades que tiene la vida...
Vamos, digo yo que a las desgracias hay que buscarles
el lado bueno. De toda esta atrocidad de invadir Ucrania, se me ocurre que, al
menos, se ha empezado a denominar a ciertas cosas por su nombre..., por mero
interés, pero por su nombre. Por ejemplo, cuando los soldados de Putin
revientan un hospital, a semejante masacre la denominamos crimen de guerra...,
antes, cuando eso mismo lo hacían los americanos en Irak o Afganistán, los
titulares hablaban de lamentables daños colaterales. Ya les digo que no es por
un interés descriptivo de la realidad, sino por un interés político de
información de guerra, pero, dentro de lo malo, a asesinar pacientes de un
centro sanitario, se le llama asesinato. Algo es algo. Parecido sucede con los
menores que llegan solos, sin sus padres, huyendo la guerra. Antes, por interés
de la derecha y la ultraderecha, se les denominaba "menas", al tiempo
que se les presentaba como peligrosas bandas llegadas del extranjero para
sembrar el pánico en las calles, vivir de las ayudas sociales y, finalmente, unirse
a una delirante invasión destinada a destruir España. Ahora, como a la derecha
y, especialmente a la ultraderecha, le interesa marcar distancias a toda costa
respecto a su hasta hace nada admirado Vladimir, a los niños víctimas de la
guerra, los titulares los califican de niños víctimas de la guerra. Lo dicho,
es por simple interés, por mero cálculo político, pero dentro de tanta
tragedia, se empiezan a usar los términos correctos para describir la realidad.
Ya veremos cuánto dura.
Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a
partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario y El
Huffington Post.
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