Boletín Desinformativo de la Mañana, año X, número 2051

 

Pues ayer se quedó una tarde preciosa para que los populares europeos descubrieran qué clase de populares son los españoles.

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Amanece que no es poco:

"Para que no mueran personas que no disparen los soldados. Pero le parece más sensato pedir a la gente que no encienda la luz ni la calefacción. Y el hombre, Borrell, se queda tan ancho. ¿Cuánto cobra un tío por decir cosas así?"

El III Barón d'Holbach (Textos escogidos)

 

Nota de la redacción: nos ofrecemos para decir el mismo tipo de sandeces, cobrando la mitad. Y si cuela, cuela.

 

Bellas tradiciones españolas: "Meter a los ultras en las instituciones e insistir que el peligro es el tío que se está comprando un chalé a veinte años."

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Menudo disgusto llevaba ayer el líder popular europeo, señor Tusk, cuando por fin ha entendido porqué, en España, a los fachas se les llama fachas.

 

Claro, siete décadas construyendo una derecha democrática y te llegan los de los coros y danzas de Villasumario del Corrupto con las Coplillas de Blancofascismo.

 

Tín-tiriritín-tiriritín-titín.

 

No, nada lo de darle a la botella de anís con el tenedor. Por ambientar un poco la regresión.

 

A ver, es mentira que ayer el PP introdujera a los ultras en las instituciones. Ya lo hicieron en Murcia cuando nombraron a una ultra, consejera de educación.

 

El partido de los llamamientos a la ignorancia, organizando la educación. Y luego dicen que los esperpentos eran cosa de Valle-Inclán...

 

El Partido Popular logra que ser ultra tenga utilidad política práctica. Pues nada..., enhorabuena y a disfrutar la jugada...

 

Ese Mañueco haciendo malabares para no reconocer que ha accedido a derogar la legislación sobre violencia de género reconvirtiéndola, de problema social a asunto familiar. Buen rebuzno, vive Dios.

 

"Señor Feijóo, ¿qué le parece que Vox entre en el gobierno de Castilla y León de la mano del PP?" "¿De qué mano?"

 

En el trono, el Felipe el Preparao y en la derecha, Alberto el Moderao.

 

"¡Apaga!" ¿José Mota en el especial de humor de Navidad?, no Josep Borrell en Estrasburgo ante la invasión de Ucrania.

 

Apagar la luz y poner menos la calefacción. Sí, claro, porque crear empresas públicas de energía quedaría así como de bolivarianos, filoetarras y amigos de Otegi y los okupas..., pagando menos, pero bolivarianos, filoetarras y amigos de Otegi y los okupas.

 

De parte del señor Garamendi (Confederación Española de Organizaciones Especuladoras..., perdón, Empresariales), que nada de intervenir los mercados, que a ver si se aprueban ayudas para la industria y que le aten esa mosca por el rabo.

 

Siete años de impuesto "popular" al sol para que no se instalasen paneles solares. Ponerlos no hubiese resulto el problema, por supuesto que no, pero algo menos nos estaría costando. Gracias, PP.

 

A mí (y a medio Internet), lo que me gustaría es ver la que se iba a armar si lo que ha dicho Borrell lo llega a decir Alberto Garzón. Los fachatitulares no iban a caber en las portadas.

 

Si te pones delante del espejo y dices tres veces "voy a bajar la calefacción", se te aparece Putin diciendo que lo siente mucho, que se ha equivocao, que no volverá a suceder y que enseguida da la orden de retirada.

 

El fin de semana no hay Boletín Desinformativo de la Mañana. Próximo número el lunes 14 de marzo de 2022.

 

Vamos, digo yo que ayer, en el Mercadona, había de todo menos aceites, pasta y legumbres. De esos artículos quedaba poca variedad y poca cantidad. Curiosamente, los fideos parecían los menos castigados..., se ve que en una situación de pánico no apetece emplear tiempo en hacer caldo. Lo de los aceites resulta un poco raro. El de oliva, la de aquel, dura un montón sin estropearse, mientras que el de girasol..., en casa tenemos siempre una botella y, desde que la abrimos hasta que la usamos por segunda vez, se nos rancia. Algo tan sencillo de echarse a perder y en unos carteles anunciaban un máximo de cinco litros por cliente..., no parece una inversión muy brillante... Hemos tenido pánicos en torno al papel higiénico, con varias oleadas y otros sin consecuencias, como el que anunciaba la imposibilidad de editar libros durante este último otoño-invierno..., que se editaron sin problemas para que el personal pudiese intercambiar bajo el árbol todo eso que no piensa leer. Ahora le toca al aceite de girasol..., y tampoco quedaba, en honor a la verdad, levadura fresca, ¡bizcochos para todos!, lo que permite vaticinar este verano unas playas más lustrosas y menos fibrosas. Bueno, yo siempre he sido de natural "lustroso". Lo que no sabría decirles es de donde vienen estos miedos irracionales, ni con qué finalidad de promueven. Se dirían intentos de desestabilizar gobiernos, lo que en España tendría una explicación habida cuenta que las derechas llevan en ello desde el primer día de la pandemia y bien podrían servirse de la invasión rusa a Ucrania, pero..., sinceramente, vete a saber a qué o a quiénes obedecen estas efímeras modas, tan irreflexivas como exitosas.

 

 

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Nacional de España, Cadena SER, Público, El Diario y El Huffington Post.