Boletín Desinformativo de la Mañana, año XII, número 2681

Eso tan navideño de ahondar en lo que nos une: favorecer a los ricos, desmontar los servicios públicos...

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Amanece que no es poco:

“Nada nuevo. Mis mejores deseos para dos mil setenta y siete, y sucesivos.”

El III Barón d’Holbach (Textos escogidos)

Bellas tradiciones españolas: la política del descanso, digo el descanso de la política.

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Ah..., que el meme de Nogueras y Feijóo me ha quedado muy traído por los pelos... Joer..., prueben a hacer un boletín sin noticias y luego me cuentan...

Era eso o empezar el año con la..., la..., la..., de Madrid.

Que mucha satisfacción del Gobierno, mucho catastrofismo de la oposición, pero que aquí sólo están dando el callo los voluntarios y tropas en Valencia.

A Sánchez le han abucheado por ir a esquiar. Con razón Felipe González se limitaba a jugar a la petanca..., tantas críticas se ahorró al respecto por las derechas que acabó por parecer uno de ellos.

Luego está lo del vestido de Cristina Pedroche, a base de su propia leche materna sometida a un proceso de cristalización. Que no sé yo si es un exceso gastronómico o textil..., pero un poquito exceso sí que me parece.

Vale que, como a mí me sobra casi todo, si yo tuviera que organizar las celebraciones, igual salían pobres, grises y tediosas..., pero es que lo del diseñador del vestido lo mismo ha sido ponerse en el extremo opuesto.

A ver, original es.

Y Lalachús con Broncano saludaron insistentemente, de balcón a balcón, a Pedroche y Chicote, que acabaron por corresponder..., aprovechando una pausa publicitaria.. Habrá que esperar si en El Hormiguero lo presentan como simpático gesto o intolerable injerencia sanchista. 

Antena 3, por supuesto, no retransmitió el intercambio de saludos y colocó un biombo para que no se repitiera.

Los ultras de Hazteoír anuncian una querella contra Lalachús por mostrar un meme de la imagen del Sagrado Corazón y la vaquilla de Gran Prix. Entonces..., ¿ver a Lalachús y Broncano, ya no es de rojos sino de ultras?

Recupera el IVA sus tipos habituales, tras un descenso que no pocas empresas aprovecharon para mantener los precios y comerse el descuento. Ahora, los subirán sin necesidad alguna y dirán que mirusté Sánchez.

El Gobierno anuncia que España crecerá por encima de lo inicialmente previsto, pese a la recuperación de los tipos de IVA. Mal comienzo para Feijóo y su grupo de alegres catastrofistas.

Horror y muerte en Nueva Orleans, a la espera de saber qué crimen o locura marca el comienzo del año.

Vamos, digo yo que esto de los impuestos y las empresas merece una breve reflexión. Cuando se anuncia una subida de impuestos o, en este caso el retorno a unos tipos más altos de IVA en diversos productos, las empresas, particularmente las grandes, repercuten el impuesto en los precios que pagan los compradores o usuarios. Es decir, contribuir al esfuerzo común no es, para el empresariado, un deber cívico, sino un gasto más como la energía, los sueldos o los materiales. Lo que implica que la empresa, por más que haga uso de lo público (puertos, carreteras, policía, redes eléctricas...), no tiene que pagar impuestos, sino que deben hacerlo los clientes. Repito la idea que, de tan simple y evidente, suele pasar desapercibida: el empresario en general considera que, en materia tributaria, su obligación no es pagar, sino canalizar los impuestos hasta el consumidor. Y nada más, sólo les comento eso. Quizás lo llamativo no sea tanto esta actitud, como la naturalidad con la que la aceptamos sin más los consumidores. Tengan todos feliz jueves.

Las desinformaciones de hoy han sido desfiguradas a partir de Radio Televisión Española, Cadena SER, Público, El Diario y El Huffington Post.